Gran Hermano no se quita la vista del mundo...

                 El tópico más discutido quizá puede ser la violación de la intimidad. Es evidente que la mayoría de la gente prefiere tener una vida privada sin que alguien esté controlándose. El derecho de tener una esfera privada debería ser un hecho general, sin que el gobierno intervenga. A pesar de que queremos proteger nuestra intimidad, nosotros mismos somos los informantes que dan a conocer nuestras noticias al mundo entero. ¡Toda la información es pública, visible para todos!
               
                El caso es que hoy día la información personal está accesible para todo el que sabe usar el Internet bien. La situación actual es notable, porque sitios como ‘Hyves’, ‘Facebook’, ‘Twitter’, ‘Myspace’ y varios sitios más siguen creciendo y llevan mucha información de los usarios como si nadie lo puede ver. Hoy por hoy es excepcionalmente si alguien no posee un perfil disponible en el Internet, podría hablarse incluso de dos perfiles o más.
               
                ¿Qué es exactamente el problema existente? El caso es que se olvida muchas veces que los perfiles contienen muy a menudo demasiada información como direcciones y números de teléfono. Naturalmente hay maneras de proteger el contenido, pero estas no aseguran una seguridad total, siempre existen maneras de esquivar la protección. Una consecuencia perjudicial podría ser “el robo de la identidad” (viene del anglicismo; identity theft). Desgraciadamente muchas personas no están al corriente del fenómeno en el que alguien encuentra la posibilidad de robar beneficios de otro tipo aprovechando los datos de la red.                
               
                Esta ignorancia sigue existiendo y entretanto cada día más gente se expone al mundo electrónico. Además se puede subir información cada minuto del día en diferentes sitios como ‘Twitter’, que es un sitio en el que se tiene la posibilidad de poner todas las noticias en el Internet con el móvil. La bitácora popular sigue creciendo y adquiere su propia revista dentro de poco, aunque su popularidad encubre el riesgo de perder el anonimato. Se trata de un fenómeno ambiguo, una contradicción. Por un lado hay muchas personas que luchan para guardar su propia identidad, por otro lado no conocen el peligro de un perfilito.

                En vista de que el gobierno desea promocionar la concienciación del problema se pone en marcha una campaña informativa que debe abrir los ojos de la población que está conectada. Esta campaña empezará el próximo año por el Internet. ¡Qué ironía!