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Y de repente, un ángel - Jaime Bayly

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“Los padres son los padres y los hijos no deben juzgarlos”

 

Al leer el título de este libro de Jaime Bayly uno puede pensar que el libro está lleno de giros inesperados, revelaciones sorprendentes y hechos imprevistos. ¡ Nada más lejos de la verdad!

Bayly no logra cautivar al lector, aunque el tema es de gran interés.

 

Nos cuenta sobre un escritor sin éxito, Julián Beltrán, que vive en Lima, Perú. Hasta aquí es creíble, pero cuando ahonda en la vida de este personaje el lector cae de sorpresa en sorpresa. Julián es una persona singular, dicho de la mejor manera. Nunca limpia su casa y como el autor dice “es un cerdo”. A Julián no le gusta que entre nadie. Andrea, su novia, es una excepción. Sin embargo se ha colmado la medida. Quiere que Julián contrate a una mucama. Esta llegada no es de repente como el autor nos hace creer. Cuando una casa está inmunda, uno necesita una mujer de servicio. 

 

Esta mujer, Mercedes, es trabajadora, honrada y de clase sencilla y cambia la vida de Julián. Le cuenta a Julián que fue vendida a los 10 años y que desde entonces ya no ha visto a su madre nunca. Julián se pone sentimental y quiere encontrar a la madre de Mercedes. El lector ya podía predecirlo.  Por supuesto tienen éxito y Mercedes vuelve a verse unida con su madre. No es difícil imaginarse que Julián no se entiende muy bien con sus padres y que Mercedes le ruega que busque a sus padres para reconciliarse.  Creo que el lector ahora también puede adivinar que Julián consigue encontrar a sus padres.  “Los padres son los padres y los hijos no deben juzgarlos” dice Mercedes y aquí encontramos el tema que, bien elaborado, podría ser bastante interesante. Sin embargo, Bayly no logra hacerlo.

 

No queda duda de que este libro no es sorprendente, sin embargo no quiero decir que es absolutamente malo. Bayly sabe describir los contrastos muy bien entre las diferentes clases. También añade su sentido del humor que hace que se pueda leer el libro fácilmente y se puede decir también que es una obra tierna. No obstante, no creo que los lectores puedan sentirse identificados con la novela porque en mi opinión es demasiado irreal.  Lo cierto es que no me convenció, pero tal vez uno pueda considerar este libro un ángel.

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