Pragmática
La pragmática como parte de la enseñanza de una segunda lengua
- La zona de de conexión entre la lengua y la cultura
- La zona de presuposiciones y de los presupuestos
- La zona de actuación
- La zona de interpretación, del juicio
Evaluación de Artículos Leídos
El curso de Pragmática y enseñanza del español y el conocimiento teórico que he adquirido en el mismo, ha sido de gran importancia para mi desarrollo como futura profesora de español. Mi experiencia laboral hasta el momento se limita a clases privadas del idioma a grupos de máximo tres personas y en mis clases me he centrado principalmente en métodos de estudio ya existentes. Actualmente estoy usando el método Caminos y antes de empezar el curso de pragmática, consideré que este método era el más adecuado para mis alumnos. Hoy en día, ya acercándome al final del curso y después de haber leído un gran número de artículos relacionados con el tema de la pragmática y de la importancia de aspectos culturales en la enseñaza de lenguas, me atrevo a decir que he aprendido bastante y que además he adquirido un ojo crítico para evaluar métodos de estudio. En el caso de Caminos, me he dado cuenta de que es un material limitado que no conlleva a la producción de la lengua centrándose en determinados contextos socioculturales. A través de estos artículos he reflexionado sobre la importancia de los aspectos culturales que van más allá de la lengua, para lograr una comunicación efectiva entre hablantes nativos y no-nativos. El reto está en saber llevar estos aspectos a la clase de español de manera creativa y efectiva. A continuación presento una breve evaluación de los artículos que considero han sido importantes para mi futuro como maestra.
Aportaciones de la Etnografía de la Comunicación (Margarita del Olmo Pintado)
En este artículo, del Olmo Pintado explica en primer lugar el significado de lo que es la Etnografía de la comunicación como el estudio del comportamiento comunicativo de algún grupo determinado. Este concepto es interesante ya que explica la importancia de entender cómo se comunican los hablantes de una lengua en determinadas situaciones. Al enseñar lenguas es importante que los alumnos también aprendan cómo se lleva a cabo este comportamiento comunicativo dependiendo del contexto sociocultural. Al darle importancia a este aspecto, se evitarán problemas comunicativos como lo son malentendidos, confusiones y ofensas entre otros. El artículo también es de importancia al explicar el modelo SPEAKING creado por Dell Hymes. El modelo ha tenido un gran valor para la enseñaza de lenguas ya que establece los parámetros para estudiar eventos de habla (comportamiento comunicativo). El artículo tiene un alto nivel teórico y sirve de base para entender los artículos que se centran en la práctica de la profesión de maestro que he leído más adelante.
El Concepto de Competencia Comunicativa (Jasone Cenoz Iragui)
Este artículo también tiene un alto componente teórico. La autora empieza con una explicación del concepto Competencia Comunicativa que ha sido creado por Hymes. Este concepto rechaza las ideas del generativista Chomsky y explica que la capacidad de producir una lengua de forma efectiva no sólo depende de la gramaticalidad de las oraciones sino también de si estas son apropiadas o no en un contexto determinado. Al leer este artículo me he identificado con el pensamiento de Hymes y soy consciente de lo importante que será para mis alumnos llevar el componente cultural a mis clases si quiero que logren una comunicación eficaz con hablantes nativos del español. En el artículo vemos también distintos modelos de competencia comunicativa, entre ellos el modelo de Canal y Swain que es el más conocido. Este modelo explica que la competencia comunicativa está compuesta por tres aspectos que son la competencia gramatical, la sociolingüística y la estratégica. El modelo de Canal y Swain tiene influencias claras de las teorías de Hymes y además se extiende con el concepto de la competencia estratégica. Esta última tiene un gran valor en el proceso comunicativo ya que está conformado por las estrategias de comunicación verbal o no verbal para compensar dificultades en el entendimiento. Estas estrategias son de importancia en la enseñanza de lenguas y espero poder aplicarlas a mis clases de una forma natural que conlleve a una expresión dotada de estos tres componentes. El concepto que más ha llamado mi atención en este artículo ha sido el de multicompetencia de Cook. Este cuestiona el objetivo de la enseñanza de lenguas de alcanzar una competencia nativa ideal. La verdad es que yo, tal vez en mi ignorancia, siempre he considerado que este objetivo era lógico y que el gran objetivo de aprender una lengua, era el de hacerlo para hablarla como los nativos, es decir sin faltas gramaticales y si es posible, con un acento mínimo. Al leer este artículo he reflexionado sobre lo utópico pero además erróneo que es este pensamiento. El éxito está en comunicarnos apropiadamente en un contexto determinado y las faltas gramaticales son menos trascendentales que las faltas « socioculturales »que pueden llegar a crear conflictos.
Los Contenidos Culturales (Carmen Guillen Díaz)
El artículo de Carmen Guillen Díaz está dirigido hacia la práctica. La autora hace énfasis en la importancia de llevar los contenidos culturales, es decir tanto la cultura culta como la cultura popular, a la clase de español. El artículo se centra en cómo llevar estos contenidos culturales a la clase y la autora concluye que la mejor forma de hacerlo es a través de la publicidad. Según Guillen Díaz distintos medios publicitarios como lo son los comerciales, pueden reflejar prácticas e intereses sociales de un grupo determinado. Aunque considero que la publicidad puede ser un excelente método para llevar los contenidos culturales a la clase de español, considero que el maestro tiene que tener mucho cuidado con la elección del material. Algunos comerciales presentan estereotipos y también las costumbres sociales de un grupo de consumidores que no necesariamente representa a la gran mayoría sino a un grupo selecto que tiene acceso a determinados productos de lujo. Lo importante es mostrar aspectos generales de la cultura popular y por eso considero que la publicidad no puede ser usada como material único sino como complemento de otros medios visuales y audiovisuales. (Ejemplos : noticieros, telenovelas, etc.)
La Lengua en su Entorno. Implicaciones Intra e Interculturales Aplicadas a la Enseñanza de Lenguas (Pedro Barros García, María del Pilar López, Jerónimo Morales)
El artículo tiene un gran valor para la práctica como maestra de español porque expone claramente algunos aspectos básicos necesarios para poder entrelazar los contenidos lingüísticos con los contenidos culturales. Uno de estos aspectos es el de promover un análisis de los valores existentes en las diferentes culturas a través de la literatura, el cine, las fiestas, la política, etc. El artículo describe también cómo se lleva a cabo el proceso de adquisición del componente sociocultural dividiendo este proceso en cuatro partes (percepción inicial, generalización, reflexión, conceptualización). El ser consciente de este proceso podrá serme útil para guiar a mis alumnos. Para lograr que estos lleguen a la cuarta fase, es necesario el contacto con hablantes nativos de la lengua. En esta última etapa el estudiante ha adquirido lo que García Barros llama un mecanismo de comprensión empática. Esto quiere decir que el alumno tiene la capacidad de comunicarse de forma apropiada dependiendo del contexto y que además está en condición de adaptarse a la cultura de la lengua extranjera para lograr hacerse entender. Lo importante será lograr de algún modo que los estudiantes se comuniquen con hablantes nativos del español. Un ejemplo magnífico para llevar este concepto a la práctica es el de la videoconferencia que se usa con gran éxito en la Universidad de Utrecht.
El análisis de la cortesía comunicativa : categorización pragmalingüística de la cultura española (Henk Haverkate)
El artículo de Haverkate me ha parecido interesante ya que describe las diferencias en la cortesía comunicativa entre los españoles y los holandeses. La conclusión principal del estudio de Haverkate es que los españoles « tienden a enfatizar la solidaridad entre los interlocutores, en tanto que los holandeses conceden más valor al distanciamiento social ». Este fenómeno tiene consecuencias para el proceso de enseñanza y como profesora de español será crucial presentar estas diferencias a los alumnos para que estos logren asimilarlas, aceptarlas y hacer uso de ellas. El artículo presenta ejemplos claros para mostrar las diferencias entre ambas culturas en aspectos como la ironía, los actos directivos, los cumplidos, etc. Ha sido interesante ver estas diferencias en la cortesía porque como hablante del holandés como lengua extranjera, en algunos casos malinterpreto el tono en el que un holandés habla, por ejemplo, para expresarse irónicamente. Hay ocasiones en las que simplemente no entiendo si alguien está bromeando o si me está ofendiendo y es evidente que tengo que estudiar estas diferencias culturales en la cortesía comunicativa, no sólo para una mejor comprensión del holandés y de los holandeses en general, sino también para poder transmitir las diferencias de una forma efectiva a la clase.
Lengua y cultura desde una perspectiva pragmática: algunos ejemplos aplicados al español (Lourdes Miguel)
En el artículo de Miguel nos encontramos en primera instancia con una introducción teórica en la que reconozco el nombre de Hymes y términos como la competencia comunicativa. El artículo es bastante completo porque la parte teórica que explica la importancia de los aspectos socioculturales en la enseñanza de lenguas es complementada con ejemplos reales y comparaciones entre el español y el inglés en distintos tipos de interacciones. Con estos ejemplos la autora nos demuestra que para que una interacción sea lógica no siempre tiene que ser gramaticalmente correcta. Además nos muestra que este tipo de reacciones que no siempre muestran una concordancia gramatical, pueden ser confusas y tener un significado totalmente diferente para los hablantes de otra lengua. Un ejemplo que ha llamado mi atención ha sido el de los cumplidos. Cuando un hablante del español le da un cumplido al físico de una persona, las reacciones varían bien sea reduciendo el cumplido o devolviéndolo. Cuando se acepta un cumplido con un muchas gracias, por ejemplo, se opina que la persona es creída o pedante. En el caso del inglés la situación es diferente y reaccionan generalmente con un thank you o agradeciendo y luego devolviendo el cumplido. Este tipo de diferencias culturales puede llevar a percepciones erróneas sobre una persona y por eso es de importancia presentarlas en la clase con este tipo de ejemplos que además de ser instructivos son bastante entretenidos y pueden motivar a los estudiantes.
La comunicación no verbal (Ana María Cestero Mancera)
El artículo describe la importancia de la comunicación no verbal en la enseñanza de lenguas ya que es un aspecto ligado a la cultura y será de utilidad a la hora de comunicarnos con hablantes nativos. Cestero Mancera presenta una base teórica y metodológica que permite incorporar la comunicación no verbal a la clase de español. “La comunicación no verbal” es un artículo revolucionario en el sentido de que presenta un aspecto de la comunicación que ha sido prácticamente ignorado en la enseñanza de idiomas con graves consecuencias para el proceso comunicativo. La parte teórica del artículo me ha servido para entender los términos del paralenguaje, la quinésica, la proxémica y por último la cronémica. (Estos son sistemas de comunicación no verbal). La comunicación no verbal tiene funciones fundamentales como añadir información o sentido a un enunciado verbal o matizarlo. Además podemos comunicarnos a través de este sistema en ciertos casos, sin tener que usar el lenguaje verbal. La importancia está en reconocer que una gran parte de los signos de los sistemas de comunicación no verbal son diferentes en cada cultura. Es por eso que hay que llevare estas diferencias a la clase de español. La autora del artículo sugiere crear un sistema de clasificación de los elementos de la comunicación no verbal en las culturas hispanohablantes. Este podrá servir de guía a los estudiantes del español. El artículo ha sido importante para mi preparación como maestra porque soy consciente de la necesidad de presentar los signos no verbales de forma explícita e implícita en mis clases. En algunos casos será necesario explicar qué signos deben usarse en ciertas situaciones, mientras que en otros, podrá verse a través de materiales audiovisuales como se comunican los hablantes nativos del español y qué estrategias no verbales emplean. El éxito está en desarrollar actividades que imiten entornos reales en las que los alumnos puedan poner en práctica la comunicación no verbal.
La subcompetencia discursiva (Isabel Alonso Belmonte)
En este artículo de carácter principalmente teórico ha sido de importancia la explicación del concepto de la competencia discursiva y de lo imprescindible que es su dominio para alcanzar una comunicación efectiva. Esta competencia se centra en la capacidad del alumno de saber cómo reaccionar en una interacción, captando y produciendo textos con sentido en el contexto situacional y temático de la conversación. El concepto de la competencia discursiva ha sido añadido al modelo de Canale y Swain para complementarlo como uno de los segmentos de la competencia comunicativa al cual ya me he referido anteriormente.
La competencia pragmática (Gutiérrez Ordoñez)
Este artículo se centra en la teoría explicando distintos aspectos de la pragmática que como maestros de español hay que tener en cuenta. En primer lugar el autor explica lo que se entiende por valor elocutivo y por valor perlocutivo de una expresión lingüística. A pesar de ser un artículo teórico, el uso de ejemplos hace la teoría bastante accesible. En la tabla de ejemplos tenemos entre otras, la expresión lingüística “buenas tardes”que como valor elocutivo es un saludo y como valor perlocutivo tiene la intención de agradar. Otros aspectos importantes del artículo están en las explicaciones del principio de cooperación de Grice y el de la cortesía de Leech. Estas son leyes que rigen el proceso comunicativo con el objetivo de evitar conflictos o malentendidos. Es necesario conocer estos conceptos para poder ser mejores maestros al aplicarlos de manera práctica en la enseñanza. Cabe anotar que otros artículos tratados a lo largo del curso tratan el tema de la cortesía como por ejemplo el artículo de las “Relaciones pragmalingüísticas y el marco intercultural” de Ricardo Escavy Zamora.
Comentario general: Los artículos leídos en el curso han sido de gran ayuda para mi formación teórica y práctica como futura profesora de español. Aquellos a los que me he referido en esta evaluación me han presentado conceptos nuevos e ideas prácticas para incluir la enseñanza de aspectos socioculturales en el aula. Los demás artículos también han sido de gran ayuda a manera de repaso ya que en ellos se tratan conceptos que ya había estudiado.
Los tiempos cambian... y los profesores también
Quisiera empezar diciendo que quizás mi situación personal, en comparación a la de mis compañeras de curso de Pragmática, haga que este artículo tome otros derroteros. Y esto es debido a que a día de hoy, tengo ya 9 años de experiencia docente tanto en España como en Holanda en distintos niveles y en distintos idiomas- español e inglés.
Para intentar explicar cómo me han influido y qué me han enseñado los artículos tratados en esta asignatura, quisiera remontarme un poco más en el tiempo y empezar con mis experiencias como estudiante. Cuando estudiaba inglés en el instituto las habilidades tratadas por los profesores eran 2: leer y escribir. Fue ya en los últimos años del bachillerato cuando empezamos a escuchar fragmentos de dudosa calidad (la pronunciación era más parecida a la de mi profesora que a la de los actores de películas américanas que yo me dedicaba a ver en casa sin traducir y sin subtítulos). Sobra decir entonces que de la cultura inglesa o américana nada se trató durante estos años. Algo que a mí me fascinaba: cómo será la vida en otros lugares, por qué la gente reacciona de otra manera y, la pregunta del millón de dólares... si yo voy a Londres mañana, ¿será la gente capaz de entenderme? Yo tenía mis dudas puesto que, por decirlo de alguna manera suave, no se hablaba mucho en clase, al menos en inglés. Me faltaba aprender a comunicarme aunque entendía cualquier texto en inglés y sabía traducirlo al español y viceversa.
Años más tarde, ya en la universidad, me encontré con la asignatura de Discourse Analyse. Y se abrieron ante mí las puertas a un mundo completamente nuevo. Concordancia, cohexión, eficacia, eficiencia, conectores, Grimes y Hymes, etc. hombres y nombres que me hicieron no sólo reflexionar sobre mi propio idioma materno sino sobre un idioma que para mí no era más que un montón de palabras en papel. Aquí es donde empecé a darme cuenta de que un idioma era algo más y que la forma en la que yo había aprendido inglés en el instituto no era la más correcta. Esta misma evolución que yo experimenté se puede ver reflejada en el artículo de Salvador Gutiérrez Ordóñez “la subcompetencia pragmática”. Nos muestra la evolución de una enseñanza basada en las reglas gramaticales y sus deficiencias para terminar mostrándonos la enseñanza de la competencia comunicativa como solución a estas carencias. Del mismo modo nos muestra que para entender a nuestros interlocutores tenemos que ir más allá de las palabras y la eficacia gramatical del hablante. En este punto debemos tener en cuenta lo que el hablante pretende decir con sus enunciados, es decir, lo implícito de los mismos. Y esto es algo que a mí nunca me enseñaron hasta aquellos años en la universidad.
Fue en mi época como docente en un colegio de primaria donde comencé a darme cuanta de que para comunicarte, no solamente necesitas un código, sino que muchas veces sólo con gestos puedes hacer que todos entiendan qué quieres decir. ¿Cómo podía ser esto posible? Peor aún, ¿cómo es que no aparecía en ninguno de mis libros de texto? La respuesta a estas preguntas las encontré no hace mucho tiempo en el artículo de Ana María Cestero Mancera “la comunicación no verbal”. Aquí se nos muestra como los gestos pueden contradecir el enunciado y como, en más de una situación, pueden incluso sustituirlos. Por lo tanto debemos como profesores tener en cuenta el lenguaje corporal en la enseñanza y no olvidar que, dependiendo del país y la cultura, los mismos gestos pueden significar cosas muy distintas. Aún sin esta base teórica observando a mis alumnos puede perder el miedo a ir a un país angloparlante. Estaba segura de que si no sabía expresarme podría hacerme entender con manos y pies, como dicen aquí en Holanda.
Cuando llegué a Holanda no hablaba el idioma del país, pero me las apañé como pude en inglés. Fue aquí donde me di cuenta de que mi vocabulario, aunque bastante amplio según lo exigido por los objeticos curriculares españoles, era bastante escaso a la hora de conseguir defenderme en la calle. ¿Cómo podía ser esto posible? Yo era capaz de escribir y leer en inglés, pero era incapaz de llevar una conversación cotidiada con los ingleses y demás extranjeros que me encontraba en la calle, en el bar o en la tienda, sin tener que reformular frases, pedir perdón y, en más de una ocasión, marcharme porque era incapaz de hacerme entender. Esta experiencia es la que confirma que un idioma es más que un código, es un conjunto de relaciones culturales previamente establecidas por los hablantes de la comunidad. (Ver: Ricardo Escavy Zamora”: “las relaciones pragmalingüísticas y el marco intercultural”, Jasone Cenoz Iragui: “el concepto de competencia comunicativa” e Isabel Alonso Belmonte: ”la subcompetencia discursiva”)
Dos años después de mi llegada a este país, volví a dar clases de inglés. Ahora en un instituto. Para mi sorpresa las cuatro habilidades debían ser tratadas. Mis alumnos no tendrían los problemas que yo tuve a la hora de salir a la calle y comunicarme. Pero algo me dijo con los años que aunque mis alumnos fueran capaces de desarrollar sin mayores problemas los diálogos preparados en el libro, iban a tener los mismos problemas que yo a la hora de hacerse entender. En el artículo de Antonio Briz Gómez “aportaciones del análisis del discurso oral” podemos ver la importancia de desarrollar diálogos y situaciones lo más próximas a la realidad que se nos permite en el contexto aula.
Por aquel entonces ya había estado en distintas ciudades inglesas trabajando como niñera. Y, la verdad sea dicha, muchos de los diálogos del libro son artificales, están hechos para aprender y practicar una determianda forma gramatical y no para hacer que los alumnos sean capaces de entablar una conversación con un nativo del idioma. Es aquí cuando empecé a sospechar que comunicarse era más que hablar un idioma correctamente. Sin embargo era incapaz de adivinar qué faltaba. En mis últimos años como profesora de inglés inventaba pequeños proyectos en los que comparábamos las navidades holandesas con las inglesas y americanas, o buscábamos información para hacer una presentación sobre Halloween o Guy Folks. Para mi sorpresa, mis alumnos no sólo prestaban más atención y estaban más motivados a la hora de leer textos, describir o presentar lo encontrado, sino que a largo plazo eran capaces de recordar más palabras y expresiones que cuando estudiaban el vocabulario del tema correspondiente. Listas de vocabulario que no incluían expresiones cotidianas que ellos encontraban en internet y utilizaban con asiduidad en otros contextos. En este punto me dediqué a leer más libros sobre la cultura inglesa y americana intentando incluir por tema algún detalle, algún ejercicio extra que les enseñara aquello que no aparecía en los libros pero sí estaba tan relacionado con el idioma que aprendían. Fueron muchas horas de trabajo en las que yo misma aprendí mucho y me di cuenta de que algunas de las cosas que yo sabía sobre estos dos países no eran más que estereotipos que no siempre estaban de acuerdo con la realidad. Leyendo este año el artículo de Pedro Barros (“la lengua en su entorno”) me di cuenta de que no andaba equivocada en el camino que seguí a la hora de dar cuerpo a estos pequeños proyectos y, para mi “desgracia”, de que si quería llevarlos a un nivel más alto –no sólo aplicables una vez en una clase sino incluirlo dentro del programa de clases; me llevaría incluso más horas de las pensadas. No quiero con esto decir que me desmotivé, es más, el saber que lo que hice por pura intuición coincidía con estudios publicados con anterioridad hizo que mis ganas de seguir aumentaran. Ahora contaba con un ejemplo a seguir y una base teórica para defenderme ante mis colegas que empezaron a tratarme por loca.
Por otro lado la motivación “extrema” desarrollada por mis alumnos cuando tratábamos temas que no estaban incluidos en el libro es uno de los puntos que aparecen en el artículo de Lourdes Miquel López “la subcompetencia sociocultural”. Despertar la motivación de los alumnos hace que la enseñanza de un idioma llegue a buen puerto. Pero no sólo es la señora Miquel López quien trata este punto. En otros dos artículos (“la lengua en su entorno” de Pedro Barros y “los contenidos culturales” de Carmen Guillén Díaz) se nos habla de la importancia de la cultura. Y no sólo de la cultura entendida como arte sino de lo que llamamos la cultura con minúscula, es decir, la cultura del pueblo. Sin embargo hemos de tener cuidado de no caer en la trampa de infundar en los alumnos una idea equivocada de la cultura de un país. Debemos huir de los estereotipos y procurar no crear una aversión hacia la cultura del país donde se habla el idioma a enseñar. Del mismo modo debemos evitar hacer una comparación entre ambas culturas, la de nuestros alumnos y la del idioma extranjero, en la que una de las dos quede en desventaja.
Estos problemas y preguntas se agrandaron y solucionaron cuando empecé a dar clases de español en la universidad de Utrecht. En cuanto al código sobra decir que tenía bastantes más recursos ya que enseñaba mi idioma materno. Y en cuanto a los “extras” culturales, dimes y diretes, era capaz también de hacerles ver que España era algo más que toros y paellas, que no todos dormíamos la siesta y que aunque digas algo gramaticalmente correcto, puede que tu lenguaje corporal exprese lo contrario o, peor aún, que no te entiendan. Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Qué es lo que falta? ¿Cómo y dónde puedo encontrarlo? ¿Debo enseñarlo o simplemente usarlo como anécdota al igual que hacía en las clases de inglés? Respuestas a estas preguntas las encontramos en los artículos de María Victoria Escandell Vidal: “aportaciones de la pragmática” donde se nos muestra que todos estos contenidos culturales deben estar incluidos en el currículo.
El leer los artículos propuestos en la asignatura de Pragmática hizo que me formara una amplia base de conocimientos que me ayudaron a dar respuesta a estas preguntas. Y como muestra un botón. En el siguiente enlace encontrarán una de las presentaciones que hice pra la asignatura http://www.let.uu.nl/users/Kristi.Jauregi/personal/pragmatica/cristina.ppt.
Hay que tener siempre presente que hablar no es comunicarse, comunicarse incluye ser capaz de transmitir un mensaje y provocar un reacción en el oyente. Comunicarse tiene un objetivo y el conseguirlo es la base para una buena comunicación.
Enseñar un idioma es por tanto más que enseñar un código y un conjunto de reglas gramaticales. Es también enseñar una cultura, un país y unas gentes que están ligadas a este código. Un idioma es la identidad de un pueblo y este pueblo ha de ser mostrado en las clases. Pero, como profesor, esto supone muchas horas de trabajo para poder dar una imagen objetiva de un pueblo y no un montón de tópicos típicos que no siempre reflejan la realidad.
Y para mí el punto clave de mi aprendizaje fue el luchar por incluir estos aspectos en el curriculum. No son un extra interesante para divertir a los alumnos. Es un objetivo más que ha de ser incluido en los currículos escolares.
Por desgracia no es oro todo lo que reluce y por mucho que yo crea tener razón apoyada en todos los estudios y artículos elaborados desde los años 70, no debemos olvidar que las horas que se van a emplear para buscar esta información y hacer de la enseñanza del español la enseñanza del idioma y la cultura española serán pocas comparadas con las horas de lucha contra un sistema que se mueve como un elefante viejo. A la hora de dar clases nos vamos a encontrar con docentes con quizás más de 15 años de experiencia que no están dispuestos a empezar de nuevo cuando para ellos prepararse una clase no es más que volver a decir lo mismo que en el siglo pasado. Nos encontraremos con alumnos demotivados que nunca irán a un país hispano-hablante y este será el argumento más pesado que esgrimirán los docentes a la hora de frenar las ansias del nuevo profesor. ¿Para qué enseñarles la cultura de un país si nunca van a ir allá o nunca van a poner en práctica los conocimientos enseñados? Quizás debamos decir en este punto que para qué enseñarles geografía si nunca saldrán de Holanda, para qué enseñarles el teorema de Pitágoras si con sumar les vale, para qué hacerles leer libros de literatos holandeses si como mucho leerán el periódico o para qué enseñarles historia de Holanda y del mundo si el ayer ya ha pasado.