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Beatriz y los cuerpos celestes

La reseña

 

Beatriz y los cuerpos celestes, Lucía Etxebarria

                   

Desde 1944 se entrega el Premio Nadal de novela a la mejor obra literaria. En 1998 la escritora Lucía Etxebarria lo ganó con su obra Beatriz y los cuerpos celestes. El año antes debutó con Amor, curiosidad, prozac y dudas y recibió muchas críticas elogiosas.

 

Lucía Extebarria es muy popular en el público de las mujeres jóvenes. Ella maneja un estilo narrativo fluido aunque los personajes tienen personalidades complejas. En esta novela Lucía Extebarria trata de temas sobre el uso de drogas, la búsqueda con el amor y la homosexualidad. Sus temas y sus entendimientos se considera como controvertidos.

 

La historia trata de Beatriz y sus recuerdos a Mónica, su mejor amiga. Beatriz se cria en una familia en la que no se comunican bien juntos. Cuando Beatriz tenía 11 años la relación con su madre empeoraba. Después del centro de segunda enseñanza Beatriz va a estudiar en Edimburgo, Escocia. Ahí encuentra con Caitlin, una chica que no se parece a nada a Mónica. Beatriz echa de menos su amiga y su ciudad Madird. Después de cuatro años Beatriz vuelve a Madrid y descubre que Monica está internada en un centro de rehabilitación de drogadictos. Durante la historia Beatriz desentierra recuerdos de su infancia, la amistad con Mónica y el inicio del uso de drogas.

 

Un aspecto crítico es la serie de flashbacks, los recuerdos se alternan continuamente lo que a veces causa confusión. La novela tiene una estructura extraña, sólo tiene cuatro capítulos y no tienen la misma  extensión.

 

Beatriz y los cuerpos celestes es una historia emocionante y dura. En toda la novela se enuentra referencias al sistema astral. Por ejemplo, Beatriz comparaba de su madre con el sol cuando era pequeña. De esta manera Lucía Extebarria relativiza las relaciones de los personajes, pienso que esta es una manera hermosa. Me parece que la novela es un buen ejemplo que muestra los problemas de los jóvenes en la década de los noventa y de hoy también. 


 

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